¿Por qué las mujeres deberían cubrirse la cabeza en la iglesia? - Conexión Profética

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sábado, 28 de julio de 2018

¿Por qué las mujeres deberían cubrirse la cabeza en la iglesia?





¿Por qué las mujeres deberían cubrirse la cabeza en la iglesia?

Por: Robert K. McIver


«Toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta deshonra su cabeza, porque es lo mismo que si se hubiera rapado”.

1 Corintios 11:5.


Durante muchos años, la mayoría de los adventistas del séptimo día interpretaron este versículo con el significado de que las mujeres debían vestir un sombrero al asistir a la iglesia. Se suscitó considerable discusión cuando un gran número de mujeres -principalmente las mujeres más jóvenes- comenzaron a aparecer sin sombrero en la iglesia. Actualmente la mayoría de las mujeres que asisten a un servicio de culto adventista del séptimo día no llevan un sombrero. ¿Por qué no?


Significado de cubrirse la cabeza en la Grecia del siglo I - ¿Por qué Pablo amonestó que las mujeres cubrieran su cabeza en las reuniones de iglesia? La respuesta a esta pregunta reside en la sociedad griega del siglo I. El papel de una respetable mujer casada estaba muy circunscripto en Grecia. Ella, al igual que sus contemporáneas casadas respetables en Palestina, y aun en Roma, no debía aparecer en público sin cubrirse la cabeza. Se ha encontrado una cantidad de estatuas romanas de mujeres del siglo I. Generalmente, una mujer casada “era representada con una larga vestimenta y un amplio palio que usaba para cubrir la parte posterior de su cabeza y formar el velo nupcial. [1] Otras tenían un gran manto encima de la cabeza como un epítome de modestia. [2] Obviamente, era importante tener cubierto el cabello. Si se cubría o no la cabeza se consideraba una cuestión de recato.


Razón para cubrirse la cabeza en la iglesia – Dado a este trasfondo, ¿Por qué alguna mujer no se cubría la cabeza en una reunión de iglesia? La explicación mas problable es que consideraría que los miembros de iglesia eran parte de su familia ampliada. No obstante, Pablo advierte que esta conducta podría fácilmente ser mal interpretada. Insiste que en la iglesia las mujeres deben actuar con el mayor decoro. La cuestión del decoro aflora varias veces en las cartas de Pablo. En 1 Corintios 14:26-33, Pablo se lamenta de que al reunirse en la iglesia de Corinto cada uno tiene su salmo, enseñanza, revelación, lengua. Insiste en que solo uno o, a lo sumo, tres hablen en lenguas, y que lo hagan uno después del otro, no al mismo tiempo (vers. 27, 28). Del mismo modo, solo uno o a 1o sumo tres profetas deberían hablar, y deberían hacerlo por turno (vers. 29-32). ¡Pablo no habría tenido que formular estas reglas a menos que todos estuvieran expresando su lengua o enseñanza o salmo o profecía al mismo tiempo! Poco ha de extrañar que Pablo diga que todo debe hacerse decentemente y con orden (l Cor. 14:40). Este sentido de orden claramente no estaba sucediendo en Corinto. Es razonable suponer que Pablo consideraba que el hecho de que las mujeres no se cubrieran la cabeza era parte de este problema más amplio. Los cristianos en Corinto no estaban actuando con decoro. Por causa de que Dios es un Dios de paz y no de confusión (l Cor. 14:33), los cristianos deberían adorar en una forma adecuada a su naturaleza: con decoro.

Lección para hoy - Este pasaje, 1 Corintios 11:5, es un excelente ejemplo del hecho de que una buena interpretación bíblica usa el contexto histórico para comprender el texto. Claramente, la admonición de Pablo daba justamente en el blanco para los cristianos que vivían en la Grecia del siglo I. El recato requería que las mujeres respetables cubrieran su cabeza en ocasiones públicas, tales como el culto. ¿Pero es necesario cubrirse la cabeza todavía hoy? Los textos bíblicos deben ser tomados seriamente, aun cuando la cultura y las costumbres cambien. Los Diez Mandamientos, así como otros preceptos, son válidos todavía hoy como lo fueron siempre. Sin embargo, a veces una instrucción puede estar dirigida solo a una situación específica. ¿Cómo lo sabemos? Viendo si el texto o el contexto proporcionan un indicio o si puede advertirse un cambio al seguir el rastro del tema a lo largo de la Biblia. En este caso, la mención que hace Pablo de la costumbre (vers. 16) indica que solo está encarando una situación especifica. No obstante, el principio subyacente sería aplicable todavía en la actualidad, aun si los detalles no lo fueran.


“La costumbre era que las mujeres se cubrieran la cabeza con un velo como una prueba de que eran casadas, y también como una demostración de pudor […] El hecho de que una mujer de Corinto tomara parte en los servicios públicos de la iglesia con la cabe­za descubierta, daría la impresión de que se comportaba desvergonzada e indecorosamente por no llevar el adorno del pudor y la modestia (ver 1 Tim. 2:9)” (F. D. Nichol, ed., CBA 6:750).


Entonces, ¿cuál sería hoy el consejo de Pablo? El mismo principio es cla­ramente aplicable. Todos nosotros, hombre y mujeres por igual, deberíamos vestir modesta y decorosamente, en especial cuando asistimos al culto. Lo que esto significa exactamente puede variar de país en país, y aun de una cultura a otra dentro del mismo país. Pero Dios sigue siendo un Dios de paz, no de confusión. En lo que atañe al culto, todas las cosas aun deberían hacerse decentemente y con orden.

[1] Bruce W. Winter, Roman Wives, Roman Widows [Esposas romanas, viudas romanas] (Grand Rapids, MI: W. B. Eerdmans, 2003), 78, 79.

[2] Ibid., 79.

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