¿Por
qué las mujeres deberían cubrirse la cabeza en la iglesia?
Por: Robert K. McIver
«Toda mujer que ora o
profetiza con la cabeza descubierta deshonra su cabeza, porque es lo mismo que
si se hubiera rapado”.
1 Corintios 11:5.
Durante muchos años, la mayoría de los
adventistas del séptimo día interpretaron este versículo con el significado de
que las mujeres debían vestir un sombrero al asistir a la iglesia. Se suscitó
considerable discusión cuando un gran número de mujeres -principalmente las mujeres
más jóvenes- comenzaron a aparecer sin sombrero en la iglesia. Actualmente la
mayoría de las mujeres que asisten a un servicio de culto adventista del
séptimo día no llevan un sombrero. ¿Por qué no?
Significado
de cubrirse la cabeza en la Grecia del siglo I - ¿Por qué Pablo amonestó que las
mujeres cubrieran su cabeza en las reuniones de iglesia? La respuesta a esta
pregunta reside en la sociedad griega del siglo I. El papel de una respetable
mujer casada estaba muy circunscripto en Grecia. Ella, al igual que sus
contemporáneas casadas respetables en Palestina, y aun en Roma, no debía
aparecer en público sin cubrirse la cabeza. Se ha encontrado una cantidad de
estatuas romanas de mujeres del siglo I. Generalmente, una mujer casada
“era representada con una larga vestimenta y un amplio palio que usaba para
cubrir la parte posterior de su cabeza y formar el velo nupcial. [1] Otras
tenían un gran manto encima de la cabeza como un epítome de modestia. [2] Obviamente,
era importante tener cubierto el cabello. Si se cubría o no la cabeza se
consideraba una cuestión de recato.
Razón
para cubrirse la cabeza en la iglesia – Dado a este trasfondo, ¿Por qué alguna mujer no
se cubría la cabeza en una reunión de iglesia? La explicación mas problable es
que consideraría que los miembros de iglesia eran parte de su familia ampliada.
No obstante, Pablo advierte que esta conducta podría fácilmente ser mal
interpretada. Insiste que en la iglesia las mujeres deben actuar con el mayor
decoro. La cuestión del decoro aflora varias veces en las cartas de Pablo. En 1
Corintios 14:26-33, Pablo se lamenta de que al reunirse en la iglesia de Corinto cada uno tiene su salmo,
enseñanza, revelación, lengua. Insiste en que solo uno o, a lo sumo, tres
hablen en lenguas, y que lo hagan uno después del otro, no al mismo tiempo
(vers. 27, 28). Del mismo modo, solo uno o a 1o sumo tres profetas deberían
hablar, y deberían hacerlo por turno (vers. 29-32). ¡Pablo no habría tenido que
formular estas reglas a menos que todos estuvieran expresando su
lengua o enseñanza o salmo o profecía al mismo tiempo! Poco ha de extrañar que
Pablo diga que todo debe hacerse decentemente y con orden (l Cor.
14:40). Este sentido de orden claramente no estaba sucediendo en Corinto. Es
razonable suponer que Pablo consideraba que el hecho de que las
mujeres no se cubrieran la cabeza era parte de este problema más amplio. Los
cristianos en Corinto no estaban actuando con decoro. Por causa de que Dios es
un Dios de paz y no de confusión (l Cor. 14:33), los cristianos deberían adorar
en una forma adecuada a su naturaleza: con decoro.
Lección
para hoy - Este pasaje, 1 Corintios 11:5, es un
excelente ejemplo del hecho de que una buena interpretación bíblica usa el
contexto histórico para comprender el texto. Claramente, la admonición de Pablo
daba justamente en el blanco para los cristianos que vivían en la Grecia del siglo I. El recato
requería que las mujeres respetables cubrieran su cabeza en ocasiones públicas,
tales como el culto. ¿Pero es necesario cubrirse la cabeza todavía hoy? Los
textos bíblicos deben ser tomados seriamente, aun cuando la cultura y las
costumbres cambien. Los Diez Mandamientos, así como otros preceptos, son válidos
todavía hoy como lo fueron siempre. Sin embargo, a veces una instrucción puede
estar dirigida solo a una situación específica. ¿Cómo
lo sabemos? Viendo si el texto o el contexto proporcionan un indicio o si puede
advertirse un cambio al seguir el rastro del tema a lo largo de la Biblia. En
este caso, la mención que hace Pablo de la costumbre (vers. 16) indica que solo
está encarando una situación especifica. No obstante, el principio subyacente sería
aplicable todavía en la actualidad, aun si los detalles no lo fueran.
“La costumbre era que las mujeres se cubrieran la
cabeza con un velo como una prueba de que eran
casadas, y también como una demostración de pudor […]
El hecho de que una mujer de Corinto tomara parte en los servicios públicos de
la iglesia con la cabeza descubierta, daría la impresión de que se comportaba
desvergonzada e indecorosamente por no llevar el adorno del pudor y la modestia
(ver 1 Tim. 2:9)” (F. D. Nichol, ed., CBA 6:750).
Entonces,
¿cuál sería hoy el consejo de Pablo? El mismo principio es claramente
aplicable. Todos nosotros, hombre y mujeres por igual, deberíamos vestir
modesta y decorosamente, en especial cuando asistimos al culto. Lo que esto
significa exactamente puede variar de país en país, y aun de una cultura a otra
dentro del mismo país. Pero Dios sigue siendo un Dios de paz, no de confusión.
En lo que atañe al culto, todas las cosas aun deberían hacerse decentemente y
con orden.
[1] Bruce W. Winter, Roman Wives, Roman Widows [Esposas
romanas, viudas romanas] (Grand Rapids, MI: W. B. Eerdmans, 2003), 78, 79.
[2] Ibid., 79.
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